Boquilla Jax
El buceo puede provocar dolores en la articulación de la mandíbula, problemas en el tejido de las encías o dolor en el centro del diente.
Es el llamado “síndrome del buceador”, enfermedad causada por el cambio de presión de aire y por el gesto que se hace al morder con mucha fuerza los reguladores de aire.
Todos los buceadores hemos sentido en mayor o menor medida dolor en la mandíbula o por lo menos hemos salido doloridos tras una inmersión.
No hay demasiados estudios sobre los trastornos dentales en los buceadores pero los investigadores de la Escuela de Odontología de la Universidad de Buffalo indican que el 41% de los buzos experimenta molestia dentales mientras están en el agua debido al constante apretamiento dentario y fluctuaciones de la presión atmosférica.
Es frecuente que este síntoma aparezca cuando comenzamos en este deporte ya que la situación de nervios y estrés con la que te enfrentas a tus primeros buceos repercute directamente en la fuerza de la mordida del regulador, entre otros síntomas. Los centros de buceo podemos dar fe de ello por la cantidad de boquillas que anualmente tenemos que cambiar en los reguladores de la escuela debido a que los alumnos muerden con tantas ganas el regulador que rompen y desaparece la parte donde se apoyan los dientes. Literalmente, se comen las boquillas.
La sujeción continuada de la boquilla produce una contracción del músculo y por tanto, una sobrecarga de la articulación. Si esta sujeción es exagerada debido al estrés puede convertirse en un factor de riesgo añadido.
Está comprobado que la mordedura se realiza con mayor fuerza si el buceo se realiza en aguas con temperaturas frías.
Sin entrar en problemas médicos, que no nos competen (alteraciones estomatológicas, odontología barométrica…), se puede fácilmente mejorar y aliviar esos síntomas tan incómodos.
Desde los orígenes del buceo, en la época de Cousteau hasta nuestros días el material para practicar el submarinismo ha evolucionado mucho.
En lo que a boquillas de tubos o reguladores se refiere no se ha quedado aparte de dicha evolución.
Se comenzó con unas boquillas de goma dura que a algunos buzos les producía incluso arcadas. Se pasó a utilizar de material de silicona o de resinas acrílicas blandas. También se han utilizado unas boquillas con paladar para ampliar la zona de reposo. Pero las que presentan un mayor grado de comodidad son las boquillas customizadas que se adaptan a la mordida del buceador. Esta boquilla se hierve por breves minutos, se muerde y se le da la forma de tu boca por lo que durante la inmersión, sin falta de hacer fuerza, la boquilla se sostiene y tu mandíbula descansa.
La vida de esta boquilla personalizada es muy superior a la de las boquillas tradicionales y permite volver a hervir en caso de querer realizar una buena limpieza. Para aquellas personas que están en tratamiento con braquets su uso es casi obligatorio porque le permite adaptarse a las pequeñas variaciones con solo volver a hervirse.
Así que ya sabes, si no quieres tener problemas bucales durante el buceo, primero debes mantener un buen estado de salud estomatológico, y acudir a tu dentista si tienes caries, empastes temporales o enfermedades en las encías y después usar una boquilla personalizable.
Ven a Buceo Navarra y elige, incluso, el color de la boquilla que más te guste.
Se puede conectar a la manguera de un compresor?
Hola José Manuel, las boquillas vienen preparadas para poner mediante una brida en los reguladores, igual que el resto de boquillas, pero a estas se les da la forma de tu boca.
Saludos
Se puede comprar online??
Si, por supuesto. Se sujeta con una brida por lo que la puedes poner tú sin problema.
Si quieres una, llámanos o mándanos un mail que será la respuesta más rápida.