Viaje a Benidorm, en el Puente del Pilar
En el año de la pandemia, de la incertidumbre, de las mascarillas y los geles hidroalcohólicos decidimos a última hora viajar a Benidorm, aún con todos esos inconvenientes y medidas.
Alguno se preguntaba, ¿pero se bucea en Benidorm?
Y la respuesta es que entre los muchos «Benidores» que existen también está el Benidorm subacuático, que es el que vamos a visitar.
Reservamos las inmersiones en el centro de buceo Diving Stones situado en el mismo puerto ya que resulta muy cómodo. La organización corre a cuenta de Fran, un crack.
Es Octubre y el agua comienza a enfriarse. En superficie se mantiene a 22 grados pero conforme empezamos a descender el agua baja incluso, a los 15 grados en los 30 metros. La visibilidad es magnífica, permitiéndonos ver el paisaje con todo su esplendor.
Podemos contemplar grandes cardúmenes de sargos, corvinas, un banco de águilas, algún mero que otro, morenas, pulpos, langostas, alguna barracuda, congrios…
No hay mucha variedad de inmersiones pero es suficiente para los días del puente:
1.- La Llosa. Inmersión en la isla hundida que hay reflejo de la isla que se ve en superficie. Busca la cueva de la Virgen entre sus oquedades.
2- La Isla. Un arrecife rocoso en el que es famoso un arco por el que se puede pasar por debajo sin ninguna dificultad, y donde, cómo no, nos haremos la foto grupal.
Las tardes, como siempre, las dedicamos a ver algo de los alrededores. Esta vez nos toca visitar Guadalest, declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1974 y forma parte de la Asociación Los pueblos más bonitos de España. Desde el Castillo de San José contemplamos unas fabulosas vistas. Dedicamos un tiempo a ver alguno de sus museos: el de las MicroMiniaturas y el Museo Microgigante. Ambos dos merecen la pena ver.
Como cada año, el buen ambiente reina entre los buceadores y no buceadores de Buceo Navarra así que organizaremos más viajes de nuevo pese a los inconvenientes.
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