REAL DECRETO 550/2020 de 2 de junio
En julio se publicó este nuevo Real Decreto de suma importancia ya que determina las condiciones de seguridad de las actividades de buceo.
Por eso, es necesario conocer y cumplir lo que en esta normativa se dictamina.
En esta entrada nos vamos a centrar en el Anexo III:
«Equipamiento mínimo para las modalidades de buceo»
La norma dice:
1.1 Equipamiento mínimo para la práctica de la modalidad de buceo recreativo en técnica de autónomo dentro de los límites prescritos del artículo 18.1:
a) Dispositivo de compensación de flotabilidad.
b) Gafas o máscara facial de buceo.
c) Aletas.
d) Suministro de gas con dos segundas etapas.
e) Dispositivo de control de presión del suministro de gas.
f) Dispositivo de corte.
g) Dispositivo de control de profundidad.
h) Dispositivo de control de tiempo.
i) Dispositivo o tablas para la gestión de la descompresión.
j) Dispositivo acústico de superficie.
k) Dispositivo de balizamiento en superficie.
En el artículo 18.1 estamos incluidos casi todos los buceadores recreativos ya que especifica que:
1. La práctica de la modalidad de buceo recreativo en técnica de autónomo tendrá como límite los 40 metros de profundidad, pudiéndose utilizar únicamente aire o nitrox. En todo momento, se tendrá acceso directo a la superficie y la unidad mínima de buceo será la pareja en el agua.
No estará permitida:
a) la realización de paradas de descompresión programada,
b) la entrada en grutas, cuevas, interior de barcos hundidos o cualquier tipo de inmersiones que se desarrollen bajo techo, sea real o virtual, en las que se pierda la luz y cuya profundidad de penetración tenga más de 30 metros.
Importancia del material mínimo exigido para la inmersión
En el lenguaje cotidiano de los buceadores ese material mínimo lo llamaríamos:
- Chaleco, gafas, aletas, regulador y octopus, manómetro, cuchillo, ordenador, silbato y boya.
Hoy en día nadie discute el primer punto, «dispositivo de compensación de flotabilidad» o chaleco. La mayor parte de los buzos ya no sabríamos bucear sin llevar un jacket o chaleco, y es indiscutible la seguridad que te infringe. La máscara es imprescindible para poder ver bajo el agua pero todo buceador debería entender que tener tu propia máscara te asegura, si has hecho una buena compra, mantener el ojo seco, y eso es bueno, por salud y por comodidad. Tampoco se pone en duda que debemos llevar dos reguladores y por supuesto, manómetro.
Pero hay parte del material obligatorio que, curiosamente los buceadores que se inician, consideran que no es necesario que lo lleven ellos. Como si tuvieran los conocimientos necesarios como para decidir qué es aconsejable o qué no en un deporte recién estrenado.
En ese material incluyo:
1- el ordenador, que pese a que hoy en día hasta en el curso de OW llevan ordenador de buceo, piensan que es suficiente con que lo lleve el guía o como en un exceso de seguridad, llevar uno por pareja. Craso error.
2 – el cuchillo, o algún elemento cortante. No se usa en exceso, y eso es bueno, pero está claro que con que te saque de un solo apuro, la inversión ha merecido la pena. Sufrir una situación de agobio bajo el agua por un enganchón resulta muy desagradable, si no es algo peor. Hay modelos diversos así como precios variados pero la necesidad de portar uno entre el equipo de buceo no debería dudarse.
3- el silbato. Suele venir incorporado en los chalecos pero cuando se pierde… ¿para qué vamos a reponerlo si nunca se usa? Hasta que lo necesites en una situación de apuro…
4- la boya. Curiosamente, de esta parte del equipo han prescindido tanto recién llegados al buceo como veteranos. Ya la lleva el guia… Hoy en día se enseña a manejarla en el curso de OW pero, la mayor parte de los buceadores, desaprenden para la siguiente inmersión.
CONCLUSIÓN
Si no llevamos el material obligatorio que la norma (actualizada) indica, nos podemos jugar mucho en una situación complicada, incluso la vida, o si no es tan grave, encontrarnos con que el seguro (también obligatorio) no se hace cargo por no cumplir la norma.
Ya sé que llevamos muchas cosas y parecemos «un pino de navidad» pero en algún momento de tu inmersión lo puedes necesitar. No olvides que buceamos para disfrutar y por lo tanto, todos los posibles riesgos hay que minimizarlos.