Máscara de buceo
La máscara de buceo es una de las partes más básicas del equipo de buceo pero podríamos decir que de las más importantes.
Llevar una máscara de buceo adaptada a la fisonomía de tu cara es la diferencia entre disfrutar de una inmersión o amargarte y desear salir cuanto antes, sin importar qué es lo que hay a tu alrededor.
Tu ojo está preparado para vivir en un espacio aéreo y no acuoso, por ello, la máscara de buceo debe de ajustar perfectamente al contorno de tu cara para evitar que con la presión entre agua.
Igual es necesario probarse unas cuantas máscaras en tu centro de buceo hasta que des con la que se adapte totalmente pero luego lo agradecerás. Fíate de los consejos que te de el especialista, es quien está acostumbrado a ver muchas caras y probablemente te aconseje lo más adecuado, que no quiere decir lo más caro. No siempre la máscara más cara es la mejor para ti.
A veces no se le da la importancia necesaria y hay quien piensa que con cualquier máscara barata que utiliza para hacer snorkel le va a servir cuando vaya a una inmersión a los 30 metros. No es lo habitual porque la mayor parte de las veces con la presión se deforman.
DETALLES A TENER EN CUENTA
Un detalle muy importante, las máscaras para hacer submarinismo no deben tener los visores de plástico sino de cristal laminado semejante al cristal del coche y para la misma función, que si se rompe, los pequeños fragmentos no se incrusten en los ojos ya que no se hace añicos sino que se queda agrietado o cuarteado.
También es conveniente que el faldón sea de silicona y no de goma, ya que ésta te puede dar alergia. El color de la silicona ya lo dejo a tu elección. Si es transparente, deberías tener cuidado con la luz porque los rayos de sol la “amarillean” pero tú tienes sensación de que te dan luminosidad. Si es negra, evitas el que se ponga fea con el sol pero tú vas a tener sensación de túnel. Ahora las hay de colores.
El tema del número de cristales es importante en el caso de que necesites graduarla, en ese caso, debes elegir de cristales separados por razones obvias de la diferente graduación de cada ojo.
Los buceadores lo sabemos, pero no está demás mencionar que para probar la máscara no hay que ponerse la tira que la sujeta a la cabeza. La sola presión de la máscara debería ser suficiente para que se sujetase, aunque a veces hay que aspirar levemente.
En este punto el género femenino tiene ventajas sobre el masculino porque si se prueba la máscara el día que no vaya afeitado o posea barba el placaje de la máscara es mucho menor o imposible.
Entre las máscaras del mercado nos podemos encontrar que las hay con válvula para facilitar el vaciado de agua e incluso las hay con ordenador incorporado. En este caso, se proyecta en el cristal toda la información del ordenador sin molestar en el campo de visión.
De cualquiera de las formas, ten tu propia máscara de buceo y en cuanto puedas, hazte con otra de repuesto por si acaso…
La máscara recién comprada se empaña mucho, pero eso lo resolveremos en otro capítulo.
Ver el artículo ¿Qué material me compro?